Aun cuando el modelo de financiación de las Administraciones locales es un tema que transciende el ámbito de debate de una Agrupación municipal y partiendo de que dicho sistema necesita una revisión general en profundidad, lo cierto es que los Ayuntamientos cuentan con un cierto margen de maniobra para mejorar su sistema tributario y aproximarlo a la realidad de cada ciudad y a la situación económica que la crisis provoca.

En este sentido, la posibilidad de desarrollar en las ordenanzas fiscales un régimen de exenciones y bonificaciones, dentro del margen que permite la LHL, es apreciable y debería desarrollarse atendiendo a las nuevas situaciones socio-económicas: El incremento de impagos de las deudas tributarias, la cuestión de los desahucios, el desarrollo de un criterio medioambiental también en el ámbito tributario, el incremento de los supuestos de exclusión social, son algunos ejemplos en los que el Ayuntamiento podría incidir modificando el régimen fiscal de determinados tributos.

En una situación de crisis, una subida de la presión fiscal no garantiza un incremento de los ingresos municipales, más bien provoca un aumento de los supuestos de impagos y de los procedimientos ejecutivos. Por tanto, en tanto la situación económica no cambie proponemos una congelación de los tipos de gravamen en la ciudad de Granada.

Por otra parte, algunas de las Tasas fijadas por el Ayuntamiento han quedado obsoletas y provocan más gastos en su gestión que lo recaudado a través de ellas, por esta razón entendemos necesario la modificación en profundidad de las Ordenanzas Fiscales actualizando los hechos imponibles gravados.

Es vital que también la política fiscal esté orientada a la creación de empleo, por tanto, se propone una modificación de los impuestos y tasas municipales, en el ámbito de las competencias locales, que beneficie a los empresarios comprometidos con la creación y mantenimiento de puesto de trabajo en nuestra ciudad.